Prácticas, cancheras, súper livianas y confortables y con un fuerte acento en la estética: una selección de los modelos que pasaron por la última edición PuroDiseño
Las de Humo Estudio, creación de los diseñadores industriales Stanislao Contero y Aixa Franke, están hechas de una sola pieza y sin costuras: un plástico le confiere rigidez y el otro le permite jugar con las texturas y el color. Las tiras son de cuero. Hay metalizados, con glitter o mate.
Este modelo súper original (producto destacado de la feria) está hecho a partir del material de descarte de los cortes que quedan del resto de la producción.
San Román propone mochilas cien por ciento algodón, resistentes al agua y a la luz. El emprendimiento que lleva el apellido de su diseñadora, Silvia, que se formó en diseño gráfico y en indumentaria, surgió a partir de la búsqueda de un accesorio resistente (utiliza la misma lona que se usa para fabricar carpas) pero que además no descuide la estética. ¿Por qué mochilas?: “porque permiten equilibrar mejor el peso que una cartera y cuida la espalda”, comparte Silvia desde su stand en PuroDiseño.
Lo de Auda talento y coraje: hace cinco meses que Daniela Amboage, estudiante de diseño industrial, se “tiró el lance”: pidió un préstamo, resignó un viaje a Europa que tenía planeado con sus amigas, e invirtió en su proyecto.
Las mochilas que diseña están pensadas a partir de su propia necesidad: tienen un bolsillo cruzado adelante para la SUBE o el celular, y adentro uno más chico para guardar un labial o pañuelitos descartables. Y la nootbook entra perfecto. Los colores, además, cautivan: verde, peltre, cobre. Además de la clásica negra. “Me encanta que el accesorio sea la estrella del outfit”, comparte feliz de su repentina participación en PuroDiseño.
Los de Shimokita también se lanzaron hace poco: en noviembre del año pasado. Sus mochilas son de cuero y la gama de colores es fácil de combinar con cualquier look. La idea de Débora Burgueño, psicóloga ella (y Dario, licenciado en relaciones internacionales) fue justamente hacer accesorios cómodos pero con diseño, “como para evitar estar vestido formalmente y llevar una mochila deportiva”. Además, tienen el tamaño justo para cargar la compu y son súper urbanas.
Las de las hermanas Valeria Fissore y Mariana Fissore, de Quiéreme Cueros, también están pensadas para el vértigo cotidiano. “Para mujeres que salen temprano y vuelven tarde, necesitan llevar muchas cosas encima y estar bien vestidas”, comparte Mariana. Sus mochilas vienen en colores vibrantes y algunas suman detalles de bordados y otras intervenciones artesanales.
Santiago Harriague, ingeniero agrónomo; Agustín Vayo, licenciado en marketing y Federico Lucca, ingeniero industrial, empezaron hace dos años a desarrollar mochilas materas bajo el nombre de Tatuca. Fue cuando se dieron cuenta de que había una necesidad común: todos sabemos lo complicado que es llevar el kit del mate más la cartera u otro bolso.
Tienen tres modelos disponibles (uno todo en uno) en cinco colores: bordó, mostaza, azul marino, verde militar y gris.
Neo Bag es una marca vegana que comenzó en el año 2015 de la mano de Ana María Bauso. Propone mochilas de neoprene, charol y lurex hechas en el país y además incorporan diferentes cápsulas con materiales innovadores para renovar la propuesta de cada temporada. No faltan opciones para elegir.
