La muerte de Dolores Navarro Ocampo conmocionó al mundo del diseño. Especialmente, a quiénes compartieron con ella los primeros años de PuroDiseño, la feria que se convirtió en lugar de encuentro de los creadores locales.
A fines de los ’90, cuando la moda local se regia por looks internacionales, ella puso el ojo en una nueva generación de diseñadores. Fue un momento da cambio en Argentina. Los primeros egresados de la carrera de Diseño de Indumentaria de la UBA, ya habiendo hecho experiencia en empresas textiles y con la ilusión de abrir camino, lanzaban sus primeras colecciones. El llamado diseño de autor empezaba a sonar por acá y por allá y, ante la inminente crisis financiera (acompañada por el auge del trueque) había un auge de ferias de diseño.
Navarro Ocampo fue un paso más allá: muchos diseñadores recuerdan que sus palabras fueron clave para seguir adelante con sus emprendimientos y ella se convirtió en abanderada de nuevos talentos al crear PuroDiseño, un espacio multidisciplinario, donde era posible encontrar desde jabones hasta muebles siempre en precios competitivos, mayoritariamente con desarrollos innovadores y siempre con una buena dosis de originalidad.
“Trabajé muchos años con Dolores antes de PuroDiseño. Hacíamos Grandes Colecciones, en el Sheraton. Ella era una persona muy trabajadora y creativa. Era muy exigente consigo misma y con los demás”, cuenta Ana Viegas del staff de PuroDiseño. “Hicimos juntas el desfile de Versace en el Correo Central, el show Diseñador del 2000 en la fuente de Las Nereidas y un montón de desfiles más”.
“Dolores y yo salíamos en mi Fiat 1 para buscar locaciones a fin de hacer la feria PuroDiseño. A mí me gustaba el terreno del ferrocarril donde hoy está el shopping Los Arcos y aunque a ella también le gustaba no logramos alquilarlo. Terminamos haciendo la primera feria, con 78 expositores curados por ella misma, en Espacio Darwin que aun estaba sin reciclar”, recuerda Marcela Rossi que aun hoy es parte del staff de PuroDiseño. Y enseguida agrega: “Nos divertíamos mucho. Dolores era una persona muy divertida y creativa”, remata.
Quienes tuvieron el gusto de cruzarla en el camino creen que se merece un buen homenaje. Ya que, como dice Matilde Quintana (estilista), “Contribuyó muchísimo con el diseño del país cuando el diseño aun no tenía el valor que tiene ahora“. Otra colega, Marité Rizzo (editora de moda de Para Ti), afirma: “Si tengo que rescatar algo, haría énfasis en su generosidad”, dice y tras una pausa agrega: “Y su simpleza ante las cosas. Como todo grande, dejó una huella en este mundo. Fue un ser adorable”.