Macetas para todos los estilos y necesidades. De cerámica, de fibra de vidrio, de plástico reciclado o papel triturado; de colores explosivos y formas novedosas. Llegan los días lindos y empezamos a mirarlas de nuevo.

Sofía De La Canal, de Roma Objetos diseña prestando atención a la formas geométricas y a las texturas. Lo hace desde 2015 en cerámica, un material que “responde muy bien a la humedad y no se sobrecalienta si le pega mucho el sol”, generando un buen microclima.

Roma

El desafío a la hora de crear macetas, cuenta, es “encontrar modelos en los que cada planta tenga su espacio y su rincón”. Por eso, este año lanzaron “Balloon voladora”, para las que necesitan caída. Además, fue un boom el modelo Venecia, con 25 centímetros de diámetro, el más grande en el mercado de la cerámica. Cada pieza es artesanal y el esmaltado demanda mucho detalle.

Roma

Los módulos de hierro diseñados por la arquitecta Cari Calvo, seleccionada en la última edición de Fase Emergente, ofician de macetas. O mejor. Es una versión súper funcional del jardín vertical: “comprás la cantidad que querés, vas al vivero, buscás las plantas que más te gusten y lo atornillás en la superficie que elijas”, cuenta Calvo, que también expuso en la última edición de Casa FOA.

Cari Calvo

Y agrega: “Al regar las plantas de arriba se riegan las de abajo por goteo”. Cada módulo tiene 30 x 30 y por ahora vienen en blanco y negro. “Lo interesante, además de la practicidad, es que en un rato podés transformar un revestimiento en un muro verde modulado”, cuenta.

Manuel Rivolta se licenció en Comercio Exterior pero hace cuatro años, junto a su mamá, emprendió el desarrollo de Patio, la marca desde la cual fabrica macetas con moldes de yeso. Las que vienen con esmalte cobrizo brillante son muy buscadas.

Patio

“Es un tono muy difícil de lograr”, cuenta. Las nacaradas también son muy especiales: van al horno tres veces, la última, después de que se le pase un lustre a mano con pincel. Las velas macetas, objeto doble función, también suman muchos seguidores. Son de soja y vienen con un tapón de silicona que tapa el drenaje y se retira cuando se acaba la cera.

Patio

Florencia Yellati y Camila Brailovksy son amigas, aman las plantas y la cerámica. Desde Jardín de Gente hacen macetas curiosas como bañeras, silloncitos, autos o colectivos.

Jardín de Gente

Trabajan con moldería, barbotina blanca y esmaltes libres de plomo de baja temperatura.

Jardín de Gente

También con las formas juega Mimesis Cerámica. Rocío Arena y Celeste Castro (cuñadas y emprendedoras) piensan a la naturaleza como fuente inagotable de ideas. El modelado a mano les permite fluir en distintas direcciones y le otorga a la pieza un toque más artesanal. Los moldes de yeso son una oportunidad para jugar con el detalle y la sutileza.

Mimesis ceramica

Buscando materiales diferentes, fuera de la cerámica o el fibrocemento, Sofía Bollini e Inés Okecki, de Urban Pots, se animaron a la fibra de vidrio, cuando todavía no estaba de moda. Las particularidades son muchas: es muy resistente, versátil, liviano (lo que las vuelve geniales para balcones, por ejemplo) y tienen un acabado súper estético. Además, cada maceta es pintada a mano y personalizada desde el principio. En su taller de Martínez, le imprimen un toque moderno a un material más bien vintage.

urban pots

La idea de las emprendedoras es acercar la simpleza y lo verde a la vida cotidiana. “A veces, ver crecer una planta o sentirla, te vuelve a lo importante”, dice Bollini.

urban pots

Con la misma técnica que hicieron los premios en la reciente edición de PuroDiseño, Proyecto Mutan, arma macetas con tapitas plásticas trituras. El plástico se introduce en una matriz y por efecto del calor y rotación aparece la forma. Por ahora, tienen disponibles dos esferas, una más pequeña y otra un poco más grande.

Proyecto Mutan

Cada maceta lleva 100 tapitas. “Por efecto del proceso, quedan pequeñas perforaciones que permiten que la tierra, las raíces respiren y la planta pueda crecer”, explica el diseñador industrial Sergio Fasani.

Proyecto Mutan

Zulma Giubergia, de Pizca Pequeñas Bellezas, notó que el plástico en el que suelen venir revestidas las plantas es muy poco sustentable. Por eso, después de incursionar en el reciclado de vidrios para hacer terrarios y otros materiales como la cerámica, incorporó macetas biodegradables hechas con cartón corrugado prensado.

Pirka

Las podés enterrar directamente en el suelo o en una maceta más grande. O dejarlas al aire libre. Lanzó el proyecto hace apenas dos meses y lo presentó en PuroDiseño. Una buena idea que suma a la variedad de alternativas.

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