Lámparas, jarrones y hasta mesas fabricadas con la técnica de soplado deslumbraron en las últimas ferias de diseño del mundo. La aparente fragilidad del material lo vuelve una materia prima sensible y versátil.
Sensación de ligereza en la tierra es lo que busca transmitir el diseñador francés Mathieu Lehanneur con esta serie de muebles vanguardistas en los que las patas son burbujas de vidrio. Cada mesa de mármol soporta más de 250 kilos.
La colección se llama Gravedad Invertida y sigue la impronta del reconocido artista, inspirado en la ciencia, la tecnología, la artesanía y las artes. “He soñado con un mundo sin gravedad, como un estado flotante donde las nociones de pesado y ligero carecen de significado”, dijo hace poco en la presentación de las piezas que estuvieron recientemente expuestas en Art Basel Design.
Francois Azambourg es uno de los diseñadores más mirados entre los diseñadores franceses contemporáneos. Y más con su última colección. Al soplar vidrio fundido entre dos tablas de madera, crea estos vasos y jarrones sorprendentes que tienen impreso los surcos, venas y nudos del árbol que sirvió de molde.
Los hace de manera artesanal fundiendo el vidrio en diferentes escalas y prueba con diferentes maderas, como haya y pino Douglas.
El reconocido diseñador francés Phillipe Nigro, que se mueve entre Francia e Italia, presentó una colección en vidrio en el Corning Museum of Glass, el prestigioso museo neoyorquino dedicado al arte y la ciencia de ese material.
Cada cápsula de vidrio soplado contienen y almacenan diferentes esencias de madera selladas: un mensaje de su creador a favor de la preservación de la biodiversidad, una de las mayores riquezas del Planeta.
Brokis, el estudio checo especializado en luminaria deslumbró en la última edición de Maison&Objet con una serie de lamparas fabulosas.
Cada pieza combina el vidrio soplado a mano con otros materiales refinados, como la madera o el metal prensado de manera manual.
La gran arquitecta iraní fallecida en 2016 Zaha Hadid, trató el vidrio y el cristal con una creatividad que la hizo única. Sus recipientes dan la ilusión de simplicidad pero sus piezas onduladas muestran la pericia y destreza del soplador de vidrio en la creación.
Los floreros ondulares de la ganadora del Premio Pritzker son parte de su legado prolífico.