La ilustradora rosarina Valeria Cis pinta objetos en papel, madera o tela, pensados para alegrar y transformar cualquier espacio
“Ilustro libros para chicos, pero cuando no estoy haciendo eso (porque entre un proyecto editorial y otro, a veces pasa mucho tiempo) me ocupo de La Casuni, la tienda online de deco ilustrada que creé en 2011.
Es una manera de seguir haciendo lo que más me gusta: ilustrar. Mi objetivo es que los objetos de La Casuni den alegría. No importa el estilo que la casa tenga, o si las personas que la habitan son jóvenes o mayores. Una pared con un cuadro ilustrado le cambia la onda a la casa y a sus dueños.
La Casuni es un espacio dentro de otro: me gusta pensarla como mi casa pequeña dentro de mi hogar y mi taller, en Rosario. Si me voy de viaje, viaja conmigo, entre mis pinceles y la caja de los acrílicos. Me gusta el olor a pintura, tener que trabajar rápido para que no se seque la capa anterior, o dejar que la acuarela se exprese.
Con esos materiales hago reproducciones de mis dibujos, algunos están enmarcadas, otras se venden sueltos. En la tienda, hay también pinturas originales. Muchas pertenecen a algún libro o datan de algunos años.
Además, me gusta pintar en serie, como por ejemplo los cuadros de mujeres en platos de madera: son retratos de distintas mujeres pintados en platos torneados. Son sólo decorativos, no sirven para comer. Imprimo sobre tela y papel.
Estudié bellas Artes en La Universidad Nacional de Rosario y enseño ilustración en un instituto terciario. De alguna forma, el diseño y el arte siempre estuvieron presentes en mi vida.
Mi abuela Ana guardaba los enormes papeles que le daban en la panadería, y yo los buscaba para ponerme a dibujar ni bien llegaba a su casa. La pintura, en cambio, me conquistó de grande. Mucho después de haberme recibido.
Cada objeto es diferente. Hay productos que nacen a partir de una ilustración, otros en los que el material es el puntapié inicial. No hay un proceso único.
La producción de La Casuni está subdividida en tres partes: el diseño, la factura y la terminación. Del primero y el último me ocupo yo; del armado y la impresión, gente de mi equipo. La parte que me resulta más compleja son los números, no me gustan para nada, así que tengo ayuda. También alguien más se ocupa del marketing digital.
La comunicación a través de las redes me gusta mucho: escribir los posteos, sacar fotos de los objetos, contestarle a la gente que me escribe por la tienda o las redes. Eso me encanta. Además de la venta online, donde hacemos envíos a todo el país a través del correo, en algunas provincias hay algunos puntos de venta. Siempre estamos buscando expandirnos.
Más allá de mi pasión por pintar y dibujar, tengo claro que el hecho de poder vivir de lo que me gusta es mi principal motivación y el mensaje que siempre busco transmitirles a mis hijos”.