La artista Ksenia Penkina deslumbra por sus diseños. Creó una línea de colores propios y los efectos que crea sobre tartas y alfajores son un boom.
¡Qué pena comerlos! y no es para menos: estos pasteles deliciosos están hechos por “la reina del glaseado”, como la conocen en el ambiente hotelero a la joven pastelera Ksenia Penkina.
Como si fuera una artista, la pastelera de los glaseados fabulosos le imprime un plus, un toque personal y único, a cada una de las delicias que cocina. Para ella un alfajor es una pieza de arte que seduce.
Apasionada y obsesiva, Penkina. en Suiza, se formó con profesionales de todo el mundo y se radicó en Canadá. Desde Vancouver aprovecha las redes para enseñar su técnica, secretos que comparte en las clases online que son tomados por montones de seguidores. Sólo en IG tiene más de 412 K. Toda una influencer.
Es que las dulzuras que salen de su horno, bien podrían estar en cualquier galería. Los colores que logra en formas geométricas, redondeadas o rectangulares, son fabulosos. En una misma pieza pueden estar presentes distintos efectos, como el remolino, el telaraña o el espejo. Claro que el interior también importa. Siempre.
Un postre, bromeó alguna vez, la pastelera de los glaseados, tiene un doble desafío, “como encontrar tiene que ser como un buen compañero: tiene que ser atractivo pero también inteligente”.
Más en esta época en la que la estética no es un detalle. Los pasteleros no están llamados sólo a crear sabores equilibrados y atractivos sino a impresionar con sus diseños.
Penkina trabaja con tres o cuatro sabores (los que considera que gusta o les resulta familiar a la mayoría de los consumidores) y se esfuerza porque sus aterciopelados y glaseados sean contundentes.
Intenta que cada elaboración sea “precisa, clásica y elegante”, características con las que se identifica.
Para los colores de los glaseados desarrolló una línea de colorantes propia, con base de agua. Los tonos mantienen la mayor intensidad posible, tratando de utilizar la menor cantidad de colorantes.
De este modo, la cobertura es más saludable y menos costosa. Así una porción de torta puede ser “naranja mermelada” o “marrón avellana”: bellezas que bien podrían ser joyas exquisitas esmaltadas. Y todas maridan muy bien con las piezas de porcelana de Teresa Berger o la última colección de vajilla de Hèrmes.