En Tailandia, un grupo de alumnos de una escuela rural y una dupla de profesionales armaron una estructura de módulos de metal súper movibles y muebles modulares que se adaptan a las inclemencias climáticas de la zona y a las necesidades pedagógicas de los chicos.
El estudio de arquitectura Paraid Arquitect y los estudiantes de la Universidad de Chulalongkorn, ubicada en el oeste de Tailandia (la Universidad de Chulalongkorn) se juntaron para un proyecto en común: construir un aula abierta y acorde a las necesidades pedagógicas y climáticas de la zona.
El espacio forma parte del proyecto Pylonesque y se integró como un lugar adicional a la escuela primaria y secundaria Ban Wang Toey en la provincia de Uthai Thani.
Los arquitectos Déborah López y Hadin Charbel remarcaron el agua como elemento esencial de la región y por eso, el espacio está cubierto por un techo hecho de dos embudos que recolectan agua y la canalizan hacia contenedores de almacenamiento subterráneos.
La idea es que fuera una construcción flexible y apropiada al clima tailandés, que no dependa de la luz o del enfriamiento artificial.
Pylonesque busca convertirse en un nuevo punto de reunión y una especie de faro en los terrenos de la escuela, por lo que los arquitectos prefirieron utilizar colores brillantes, que se destaquen de la vegetación y el resto de los edificios de la zona que se mimetizan con los árboles.
El contexto tailandés es un poco complicado. Las condiciones ambientales suelen ser extremas: lluvias torrenciales y calor durante todo el año y la mayoría de las construcciones típicas en el área responden a esto. Pylonesque propuso algo distinto. No hay elementos fijos y es abierto.
El proyecto responde arquitectónicamente y ecológicamente a un sistema de recolección de agua, que a lo largo de su desarrollo busca abordar tres criterios principales: técnicas de construcción y materiales industriales tradicionales pero ejecutados de manera artesanal; flexibilidad en el programa para proporcionar funcionalidad, juego y estética y la sensibilidad climática a los vientos y sequías anuales.
Por otro lado, pedagógicamente, está diseñado para proporcionar a los estudiantes experiencia en la toma de decisiones sobre diseño y construcción; por otro, tiene un objetivo social: impulsar para producir espacios performativos, atractivos y utilizables para las escuelas de las zonas rurales de Tailandia.
Otro punto interesante es que la estructura está pensada para que pueda montarse a mano. Cada barra de metal puede moverse manualmente, colocarse y ser soldadas in situ. Además, se pueden elevar progresivamente, a medida que se colocan.
Geométricamente, la base de este espacio escuela desmontable está hecha de una repetición de módulos en forma de paraguas invertidos que se pueden construir con un número limitado. El estudio también diseñó una gama de muebles modulares para usar en el aula.
Y cada uno, está concebido, a diferencia de los espacios tradicionales pedagógicos, para ser organizado de acuerdo al tipo de tarea y a la necesidad de los alumnos.
Una buena idea y con muchos propósitos para replicar.