Está en los bosques de Noruega y se integra al paisaje de manera natural.
Cada refugio mide apenas 15 metros cuadrados pero fue desarrollado de manera tal que el mismo árbol sostiene la estructura. Visto desde lejos parece una piña que sale del pino.
Ubicadas en las colinas noruegas, estas cabañas “refugio” ofrecen una vista de altura panorámica a sus visitantes.
Es un diseño de los arquitectos Helen & Hard.
Para construir esta cabina natural, los creativos tuvieron en cuenta topografía y las condiciones del bosque; suspendiendo las cabañas a 5 o 6 metros sobre el suelo.
El interior está construido en madera de aliso negro y el exterior se mezcla con el entorno natural. Se accede a través de un puente.
La estructura integra los espacios indispensables para una buena estadía y privilegia la vista a través de los árboles. Todos los muebles son de autor y con materiales de la zona.
Para llegar a las cabañas hay que caminar 20 minutos por un camino sinuoso y empinado, dejando atrás la ciudad de Odda.
Toda la estructura está rodeada por una serie de tejas que funcionan como una piel protectora. Con el tiempo se desgastarán hasta confundirse con el resto de los árboles añosos que hay alrededor.