Está formado por una serie de módulos desmontables que se pueden organizar a medida. El sistema de riego prevé un uso eficiente del recurso.
La diseñadora de interiores Cari Calvo @caricalvo hace ya un tiempo que empezó a pensar diseños y objetos que pudieran, por un lado, economizar agua de riego y por otro, integrar el verde a los espacios que habitamos.
Por los múltiples beneficios que aporta la convivencia con la naturaleza: ayuda a nivelar la temperatura y oxigena el ambiente y transmite, visual y energéticamente, las bondades de lo natural.
En 2019 fue una de las seleccionadas en el concurso Fase Emergente, el prestigioso certamen que organizó Puro Diseño.
La diseñadora desarrolló una serie de jardines verticales hechos a partir de módulos que pueden replicarse en cualquier pared y en tamaños importantes.
El muro verde modular se llama Changes y está inspirado en el tema de David Bowie: “produce muchos cambios en el ambiente y es tan camaleónico como él”
Cada módulo del sistema mide 30 × 30 cm y se distribuyen en la pared en forma de damero. Cada módulo funciona como un porta macetas.
Son de acero reciclado pintado a horno sin fondo.
Para regar las plantas sólo hay que humedecer la línea superior: de esta manera, por goteo, se van hidratando las inferiores, reduciendo el consumo indiscriminado de agua.
En estos días, está terminando de esbozar un próximo proyecto que tiene como principio el ahorro de agua: las plantas se hidratan con un depósito de agua con un indicador de nivel, un orificio suficientemente grande para el llenado y una salida de desbordamiento.
“Hoy la humanidad empieza a posar la mirada en la sostenibilidad buscando un equilibrio y los diseñadores no desconocemos esa preocupación a nivel mundial”, concluye Cari.