La Comunicadora Visual María Reboredo transmitió su frustración por el femicidio de Úrsula Bahillo en una de las imágenes que más recorrió las redes. #NiUnaMás
Cuando la diseñadora en Comunicación Visual, María Reboredo, se enteró de que Ursula Bahillo, de 18 años, había sido apuñalada por su ex novio, se enojó mucho. Se despertó físicamente cansada y frustrada. Se sintió, literalmente con el corazón en la mano. Y necesitó decirlo de alguna manera.
Se sentó y se puso a “colagear” bajo la frase “me desperté con el corazón en la mano”.
“Quería hacer algo oscuro porque así me sentía y me fui guiando por los colores”, comparte.
Enseguida posteó la imagen en su IG (@mulata.dcv) e inmediatamente otras montones de mujeres la compartieron en sus redes. Sentían la misma angustia: otro femicidio evitable.
Las cifras son alarmantes: según el Observatorio Ahora que sí nos ven, en Argentina ocurre un femicidio cada 26 horas.
Por eso y porque es una causa urgente, la segunda temática con impacto social que aborda la campaña PRINCIPIOS del Grupo Atlántida inicia hoy y está ligada a la violencia contra la mujer y su expresión extrema: los femicidios. #Ni una más.
María Reboredo se formó en la Universidad Nacional de la Plata y es docente de una materia de primer año (Comunicación Visual).
Desde que egresó, en 2015, trabaja de lo que le ama; “es una suerte y un privilegio”, dirá.
Actualmente forma parte de distintos proyectos editoriales y de armado de libros en la Editorial de la Universidad Nacional de La Plata y trabaja en el Ministerio de Educación de Jujuy en una formación para docentes y tutores de esa provincia.
Pero a la par siempre intenta enfocarse en proyectos que tengan que ver con su militancia y su ideología. El feminismo y los derechos humanos la movilizan.
“Mis dos luchas me atraviesan directamente: soy mujer, mi abuela fue Madre de Plaza de Mayo y mi tío es desaparecido”.
Hace 6 años creó su Instagram para poder gritar lo que le pasa de una forma artística. “Lo empecé con una necesidad de poder contar lo que sentía sin la urgencia de querer tener más seguidores o de conseguir trabajo. Necesitaba un espacio para poder descargar y militar lo que yo quería“
De a poco, las mujeres fueron encontrando en mis ilustraciones una herramienta o una mano para poder gritar lo que yo gritaba de otra manera. Y así fue creciendo.
Mulata se convirtió en una comunidad. Creo para compartir.
“Cuando pasó lo de Ursula muchas personas postearon mi imagen. Para mí es un orgullo y es una responsabilidad enorme, pero evidentemente lo que yo estaba sintiendo era lo mismo que sentían un montón de mujeres”, cuenta y admite que ante de que pasara lo de Úrsula, estaba pasando por un gran estancamiento creativo. “Tuve COVID-19, pasé mucho tiempo encerrada en mi casa, me fui de vacaciones”. Pero este nuevo femicidio la dejó sin aire.
¿Qué función creés que tiene el arte?
Es motivador e inspiracional. Es una herramienta de lucha. Mi profesión es una herramienta de lucha. Soy comunicadora en diseño: transmito algo con mis piezas. Siempre estás transmitiendo un mensaje. Creo que el arte es movilizador.
Lo que intento con mis piezas es tratar de movilizar y concientizar a las mujeres y a los varones sobre las causas que a mí me motivan.
La mayoría de mis trabajos son digitales: los armo en la computadora. Trabajo con técnicas de collage, ilustraciones; a veces, dibujo a mano.
¿Seguís alguna metodología?
No tengo un plan muy estructurado. Mientras trabajo voy testeando que esté en sintonía con lo que quiero comunicar. Y si la frase está acorde la imagen. A veces encuentro la frase en algún libro, se me ocurre o tiene que ver con algo que salió en terapia.
En general primero aparece la frase y en base a ella voy pensando la ilustración o el collage.
Mi pasión y profesión es la manera que encontré para poder expresarse, primero, y de llegar a la gente, también. Y sí que lo logra.
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