La falsa sensación de anonimato en las redes suele ir acompañada por una minimización del problema. Al no registrar el efecto de la discriminación en el otro, permite el acceso de un mayor número de usuarios a este tipo de conductas. En todas sus formas, es clave como sociedad dar una respuesta al bullying, la tercera causa de impacto social que aborda la campaña PRINCIPIOS del Grupo Atlántida.
Se conoce como ciberbullying al correlato digital del bullying. Distinguir ambos tipos de hostigamiento parece un sinsentido si se considera que nadie -especialmente los chicos y las chicas- divide su vida en momentos online y offline, sino que todos la percibimos como un transcurrir constante entre momentos de conexión y desconexión.
Por ello, el hostigamiento debe ser tomado como un único proceso, donde se incluyen momentos presenciales y otros digitales, todos igual de dolorosos y reales.
El bullying es la tercera causa de impacto social que aborda la campaña PRINCIPIOS del Grupo Atlántida.
Una característica clave del denominado ciberbullying es el alcance: conocidos, desconocidos, amigos de otros ámbitos, familiares, etc, se enteran de la agresión. Por otro lado, en casos de hostigamiento digital la víctima no descansa, puede recibir mensajes o notificaciones a toda hora y momento.
Según UNICEF los adultos tienen un rol clave en la detección y tratamiento de casos de ciberbullying. En su brindan una serie de pasos que conviene considerar a la hora de utilizar Internet.
Los chicos y chicas víctimas de ciberbullying suelen manifestar cambios en su conducta, principalmente angustia o tristeza.
Es probable que sufran variaciones en su rendimiento escolar y que busquen mantenerse constantemente al día de lo que ocurre en Internet para controlar las publicaciones que hacen sobre ellos.
Encerrarse y buscar estar solos también puede ser un síntoma a tener en cuenta.
Cómo intervenir en un caso de ciberbullying
En dicha guía, los especialistas explican que “es necesario promover espacios de reflexión con docentes, alumnos y familias acerca de las prácticas sociales que modelan las diferentes formas de vinculación y la necesidad de políticas de cuidado. Es importante explicarles a los jóvenes las consecuencias de la discriminación en la web, para que comprendan las responsabilidades de sus acciones. Muchas veces se supone erróneamente que es menos doloroso que el hostigamiento personal”.
Al respecto, proponen trabajar con los diversos actores o perfiles implicados: no sólo los agresores y quiénes son víctimas del acoso, sino también los testigos, cómplices (voluntarios o no) de la agresión. Cabe destacar que en casos de ciberbullying es común que las personas participen incluso sin ser conscientes: quienes ponen ‘like’, quienes comentan e incluso quienes no hacen nada pero tampoco denuncian.
“Se debe profundizar la responsabilidad sobre las propias acciones y la necesidad de ser sujetos responsables también en Internet”, detallan. Y recomiendan:
Dialogar de forma abierta con los niños y las niñas y permitirles expresar lo que les ocurre. Esto no sólo facilita la detección temprana, sino que permite remarcar que es importante no hacer o decir en Internet lo que no harían ni dirían en persona.
Promover el conocimiento. Alentar el diálogo sobre el tema con amigos o cercanos, ya que mantener la situación en secreto potencia tanto sus consecuencias como su aislamiento.
Desalentar la difusión de discriminaciones hechas por terceros o que reenvíen mensajes ofensivos.
Participar en las redes sociales. Ser parte de la educación sobre buenas prácticas en Internet, estableciendo perfiles privados y eligiendo como amigos sólo a personas que realmente conozcan.
No responder con el mismo odio o violencia. Es necesario educar respecto a que la violencia genera más violencia, y si respondemos al odio con más odio, será un camino de ida hacia una situación muy agresiva.
Utilizar las herramientas propias de Internet como las opciones de denuncia y bloqueo que ofrecen las diversas redes sociales. Es importante empoderarse de dichas herramientas para evitar el maltrato y la agresión.
Educar en el respeto hacia el otro en todos los ámbitos. Los programas educativos y la crianza en los hogares deben incluir los valores de respeto, tolerancia y empatía hacia el otro.
Cómo responder ante un caso de ciberbullying
Ante un caso de ciberbullying, los especialistas de UNICEF Argentina, recomiendan:
Escuchar respetuosamente siempre al chico o chica. El relato puede darse en primera persona o puede ser que un tercero hable acerca de una situación de hostigamiento en el espacio escolar, el espacio extraescolar o el espacio digital. No actuar sin escuchar sus necesidades, ya que no considerarlas podría exponerlo aún más y potenciar su humillación.
Acompañar. No minimizar ni exagerar la situación, aceptando lo ocurrido desde el acompañamiento.
Evitar echarle la culpa a Internet, ya que los comportamientos online se condicen con los offline y la web es sólo un medio para llevarlos a cabo.
Bloquear a usuarios indeseados. Cuando un contacto hostiga a un niño o niña, se lo puede bloquear impidiendo que vea el perfil del chico o chica, que lo contacte o vea sus publicaciones.
Realizar denuncias dentro de las plataformas utilizadas: las redes sociales tienen espacios de denuncia contra publicaciones o perfiles que deben ser utilizados por los usuarios para ejercer sus derechos.
Guardar las evidencias. Internet ofrece formas muy efectivas, como las capturas de pantalla, que se utilizan a la hora de denunciar. Es importante dirigirse, en lo posible, a instituciones que se especialicen en delitos informáticos. Intervenir. Si la situación trasciende las redes y llega a la violencia interpersonal, ya sea agresiones físicas y/o verbales, es necesario que un adulto intervenga para atenuar los hechos.
Más información: purodiseno.lat