Mirá el trabajo de esta artista que viaja a ese lugar de ensueño para retratar a la naturaleza en todas sus dimensiones
Primero encontrar un lugar mágico y después ponerse en marcha: a crear para inspirar. Eso hizo la fotógrafa y artista visual nacida en Moscú, Kristina Makeeva, cuyas fotos deslumbran a miles de seguidores en Instagram y es compartido en docenas de libros especializados.
Su lugar en el mundo es el lago Baikal, un espejo de agua cristalina considerado el más profundo del mundo y ubicado en Siberia, en norte de la frontera con Mongolia.
A este refugio natural viaja Makeeva una vez por año, a veces más. Se instala durante un tiempo, para retratar a la naturaleza en todo su esplendor y en diferentes épocas del año. “Es un lugar muy espiritual que hace que las ideas fluyan”, dice la artista quien a través de su trabajo intenta crear conciencia sobre la importancia de mantener limpio este rincón del mundo.
La naturaleza es la mejor escultora: las rocas, el hielo, las salpicaduras, el magnífico cielo. Se mezclan los colores brillantes y saturados que le dan a sus fotos un clima de ensueño.
En primavera, cuando el lago se libera del hielo y florece el romero, la zona es conmovedora. En invierto, las cortezas de agua cristalizada, también lo hacen ver increíble. El hielo tiene diferentes patrones en las distintas partes del lago porque el agua se congela capa por capa. Y es tan transparente que permite ver objetos a cuarenta metros de profundidad. El hielo se agrieta todo el tiempo. Cuando la escarcha es muy fuerte, las grietas dividen el hielo en diferentes áreas.
Las fotografías impactantes de la artista son también un registro de viaje imperdible para los amantes de la naturaleza: una gran diseñadora.
