Se formó en Italia y Madrid. Sus proyectos, que explotan de color y rompen las formas convencionales, son aclamados en todo el mundo.
Es uno de los diseñadores contemporáneos más reconocidos e influyentes del momento. Es español y tiene su centro creativo en Valencia. Fue destacado por la revista Times como uno de los íconos más creativos y tiene tantos premios en su haber como proyectos en proceso.
Jaime Hayon muestra su sello propio en cada una de sus obras. Le interesa, suele decir, componer desde un punto de vista “muy artístico”. “Me gusta crear cosas y no miro si son diseño, arte o interiorismo. Tengo una visión muy abierta. Siempre he ido un poco a mi aire”.
Su estilo libre, en el que ganan potencia la ruptura de patrones y colores deslumbrantes, no le impidió que se asociara con las grandes marcas. Desde que fundó su estudio, en 2010, tiene como clientes a importantes firmas de todo el mundo. Diseñó accesorios de iluminación para Parachilna o Metalarte; y objetos sofisticados para Bisazza, Lladró y Baccarat. También desarrolló interiores completos para hoteles, restaurantes. Los grandes museos tienen sus obras como parte de sus colecciones permanentes.
En colaboración con Swarovsky inauguró una carrusel con 15 millones de cristales inscrustados. La obra, Carousel, está instalada en el jardín de Kristallwelten (en Austria) y reinterpreta el espíritu nostálgico de la pieza tradicional. Tardó seis meses en terminarla y cada uno de los personajes que hacen las veces de asientos surgen de los cuentos de hadas.
Jaime Hayon estudio diseño industrial en Madrid y París. Enseguida se mudó a Italia para unirse a Fábrica, la academía para jóvenes talentos fundada por Benetton. En aquel laboratorio de tendencias su esencia “multidisciplinar” fluía sin complejos. Los rótulos y esquemas con los que él no se sentía cómodo, en ese laboratorio no importaban. Al contrario. Que alguien sea “demasiado diseñador” o “demasiado arquitecto”eran un problema.
Fue por un año y se quedó muchos más: al frente del departamento de diseño. Algo parecido, cuenta, le ocurrió con su formación inicial. Empezó a estudiar en el Instituto Europeo de Diseño (en Madrid) sin tanto convencimiento. “Más bien para ver qué pasaba”. Se apasionó, conoció un mundo y nunca más paró. Estas son algunas de sus creaciones y series de objetos de las que más se habla.
Sus proyectos no pasan desapercividos. En esta serie de floreros de cerámica (de distintos tonos y tamaños) que llamó Susto aparece el humor, parte de su ADN.
Como si fueran personajes de un teatro, en esta colección, cada pieza es un personaje, con su personalidad y características. Los candeladros, teteras y vasos hablan desde sus expresiones divertidas.
En “Archisculptures”, una de sus exposiciones más famosas, los animales son su inspiración. Jaime Hayon transformó el Ocean Terminal Forecourt, en Hong Kong, en un enorme patio de fantasía. “El cosmos de Jaime Jason”.
La lámpara que pensó para Lightolight se llevó e Wallpaper Desing Award 2019. Una serie de lámparas de pared y de piso. Una copa orientada hacia arriba a la sombra de una cúpula giratoria proporciona una luz indirecta suave y encantadora.