El diseñador industrial dirige su propio estudio, desde el que crea piezas de mobiliario e iluminación, a la vez que descubre las posibilidades de la impresión 3D. Expuso sus colecciones en las principales ferias internacionales y también participó en la primera edición de PuroDiseño.
¿Qué es el diseño para vos?
Una manera de mirar, siempre subjetiva. Una forma de extraer lo que pasa en el mundo y de describir lo más básico. Me interesa buscar la expresión más embrionaria de las cosas para luego cargarlas de contenido. También es aportar ideas y soluciones a una problemática, con una mirada renovadora.
¿De dónde surgen las ideas?
Si yo lo tuviera tan claro, volvería una y otra vez a ese lugar. Y de algún modo lo hago, porque creo que las ideas vienen del trabajo, en un sentido muy amplio. Te surgen en determinado lugares, cuando viajás, conocés, mirás. Todo eso te inspira. También miro lo que hacen otros, sobre todo para no repetir. Ver lo que existe, que es lo que está hecho. Aunque no conozco tanto las tendencias, no las sigo.
¿Dos reglas que conviene romper?
Todas, tal vez quedarse con 1 o 2. El proceso creativo requiere deshacerse de lo reglado. Está bueno cuestionar. Aunque el cuestionamiento permanente te lleva a dudar siempre, a volver permanentemente sobre las decisiones. Vivo un poco así.
¿Qué le dirías hoy al Yo de cuando empezaste a diseñar?
Que cuando el carro se pone en marcha, las sandías se acomodan solas y, que al final, tampoco es tan importante que estén acomodadas. Ahora que gané años de experiencia, me resulta más fácil aceptar que la incertidumbre, que las cosas se realicen y vayan evolucionando con el tiempo. En un momento de mi formación necesitaba seguridad, sentir que estaba dando en la dirección correcta. Hoy me gusta ver los productos que hacemos como una obra abierta, fabricamos de manera bastante artesanal. En el diseño siempre hay algo impredecible. Prefiero que las cosas sean reales y vayan evolucionando a que sean ideales de entrada. Es importante, también, someter los proyectos a su confrontacón con el mercado. Hay un montón de información que es vital para que ese producto se pueda seguir desarrollando y que aparece recién en la última instancia.
¿Qué es el éxito?
Alcanzar mis objetivos. Y me siento más exitoso cuando puedo disfrutar más tiempo libro con mi familia que cuando me dan un premio. También hay pequeños logros que uno puede medir. Suelo fijarme objetivos con respecto a las cosas que espero y luego vuelvo a ellos. Aunque siempre hay resultados inesperados y eso está bueno también. Hay proyectos con los que no ganamos tanto dinero, pero sí nos abrieron muchísimas puertas; como las lámparas Hanoi que son fabricadas directamente en Italia.
¿Una obra (pieza/objeto) que te hubiera gustado que sea de su autoría?, ¿por qué?.
¡Quisiera haber diseñado el spinner!, ¿cuántos se habrán vendido de esos?. Nos especializamos en piezas grandes, con otro tipo de complejidad, y de pronto, aparecen estos productitos se desparrama por el mundo entero. Salen de China y se desparraman.
¿Qué objetos te rodean cuando trabajás?
Cuadernos, uno de mis objetos fetiches. Cada vez que veo uno lindo, lo compro y lo guardo. Tengo varios empezados. También hay maquetas, planos y prototipos; además de lápices, la compu, el teléfono, el mate y mucho desorden. Cada tanto nos agarra la locura: sino ordenamos no podemos seguir trabajando.
¿En qué película te gustaría que hubieran aparecido tus diseños?
En alguna de Stanley Kubrick, un verdadero arquitécto del cine.