Al frente de la marca, la diseñadora tucumana Carolina Barbieri crea objetos de deco con sello de autor. Además, se ocupa de su propia tienda E- commerce y busca abrir nuevos canales en todo el país
El dibujo es, para la diseñadora gráfica Carolina Barbieri, el punto cero de creación de cada uno de los objetos de decoración para bebés y chicos que desarrolla para Renée y Mima, la marca que fundó a mediados de 2017, después de dejar un trabajo de muchos años en relación de dependencia.
Barbieri prueba y combina diseños hasta que consigue hacer expresiones que le “alegran el alma”.
“Todos los dibujos comienzan con tinta sobre papel. Siempre dibujé con puntos, líneas y patrones de repetición que generaban diferentes tramas y matices. El grafismo es mi modo minucioso de comunicar”.
Como magister en gestión de las comunicaciones en las organizaciones y enamorada del e-commerce, pasó 12 años dirigiendo equipos de diseño y comunicación en una empresa de electrohogar de Tucumán.
Hasta que descubrió, en un taller de pintura, que el arte era su lugar en el mundo y el espacio en el que se conectaba consigo misma. “Me encontré con muchas más ganas de dibujar que de hacer cualquier otra cosa”
Mi fascinación por el dibujo, el diseño y la composición sumado a mis conocimientos técnicos hoy me permiten comunicar en redes sociales (@reneeymima) comercializar a través de mi propio E -commerce.
Por ahora mis piezas se consiguen http://www.reneeymima.com.ar pero me encantaría llegar al comercio mayorista y llevar mis objetos a distintos locales. Sería bárbaro que el cliente pueda experimentar la calidad de los productos al tacto
Así nació Renée Mima. “Convertirme en emprendedora fue un proceso que me exigió reconocer y valorar los recursos propios. Implicó atreverme a empezar de nuevo y enfrentarme a gestionar de cero todo sola. Es muy satisfactorio ver los avances, que a veces parecen muy pocos y lentos, pero que con el tiempo se perciben como un crecimiento importante, tanto del negocio como personal. Emprender es animarme a hacer, aún llena de temores”
El taller está en mi casa. Al principio me costó organizarme porque mis hijos pequeños tocaban todo lo que hacía, pero en definitiva, siempre fue el objetivo: que los chicos pudieran jugar, soñar y desarrollar la imaginación a través de mis dibujos.
Durante todo el proceso y desarrollo de la marca tuve muy presente a mi abuela Renée y por eso el nombre que elegí. Como si fuera una guía, la sentía muy cerca cada vez que me sentaba a dibujar, diseñar o planificar las etapas de crecimiento.
Desde el comienzo, las ideas madres fueron trascendencia, presencia y descendencia, como forma de gestación y evolución de esta empresa.
Renée y Mima quiere contar una historia de vínculos en el que prima la atención, la dedicación, el tiempo y el amor.
Actualmente estoy diseñando una línea de empapelados de pared que pueden utilizarse en diferentes espacios del hogar, no sólo pensando en el segmento niños.
A los materiales le dedico toda la atención.
Al tratarse de objetos de decoración para bebés y niños priorizo el uso de los productos, la resistencia de los materiales al lavado y las texturas y sensaciones al tacto.
Después de muchas pruebas sobre diferentes soportes textiles, elegí trabajar y desarrollar mis productos sobre pana, que además de ser muy suave, es súper resistente y posee un tratamiento anti mancha.
El resultado es un producto con estampas originales en su diseño, duradero por su material y práctico por su limpieza en lavarropas: requisitos que responden a la necesidad de los padres de niños pequeños.
Ante la llegada de un nuevo integrante a la familia, uno de los grandes desafíos es generar un espacio propio para ese otro. Renée y Mima busca resolver la necesidad de aquella mamá o papá que quieren darle la mejor bienvenida al mundo y a su nuevo hogar. Por eso, los objetos de decoración, muñecos y empapelados de pared están al servicio de transformar los espacios de casa, el dormitorio o la sala de juego.
A través de la diversidad de grafismos, intento destacar lo único e irrepetible de cada niño,
Considero que todo lo que imaginamos es posible y de hecho, eso busca transmitir mi marca. Con trabajo, constancia y esfuerzo, puede lograrse.
El desarrollo de cada diseño está basado en una serie de palabras claves que apoyan los conceptos de protagonismo y singularidad: el juego, la sorpresa, la familia, el aprendizaje, el contacto con la naturaleza, la magia, la ilusión, la fantasía y sobre todo la ternura de creer en lo increíble.
¿Cuál es la parte más compleja?. Quizá la coordinación que lleva poder materializar las ideas. Y Lo que más disfruto es dibujar, diseñar y crear el proyecto o producto final. También valoro mucho el proceso de gestionar y conocer a las personas que intervienen en la estampación, confección, bordado, impresión o colocación.
Me gusta formar equipos externos y saber que estoy generando trabajo también para ellos. Resuelvo toda la producción en Tucumán.
Me apasiona el desafío de lo nuevo: cada detalle, dibujo o estampado es una invitación al desarrollo de la creatividad de los chicos y al vuelo de su imaginación.
Y en definitiva, esa es mi búsqueda: crear espacios fantásticos en donde grandes y chicos quieran compartir su tiempo, jugar y reencontrarse con la magia, la ilusión y la fantasía de la primera infancia.