5 claves del Design Thinking para desarrollar y hacer crecer tu emprendimiento

Es una valiosa herramientas para crear y hacer crecer un proyecto, con claves para empezar a implementar ya mismo.

El Design Thinking puede proporcionar un aporte vital para desarrollar un proyectos propio. Por eso, conocer esta atractiva herramienta puede resultar clave para empezar a implementarla ya mismo.

1. Pensar en equipo

El Design Thinking es una metodología que potencia el proceso creativo grupal generando sinergía en un entorno de colaboración radical.

Los equipos deben ser de diferentes especialidades y contar con las visiones de todos los interesados del proyecto.

El equipo y su capacidad de entenderse con estas reglas de creación es el factor de éxito más importante del Design Thinking.

2. Hacerse las preguntas correctas

El Design Thinking tiene tres preguntas clave -tres inquietudes- fundamentales que conviene hacerse cuando se aborda un proyecto, y son: ¿es deseable para las personas?¿es factible tecnológicamente?¿es viable como negocio?.

Las respuestas a estas preguntas deben estar documentadas con experiencias y con prototipos de productos y servicios.

3. Animarse a experimentar y pensar diferente

Es mucho más que una tormenta de ideas. Y si bien al principio el Design Thinking puede parecer un experimento caótico, hay que tener paciencia y confiar en el proceso.

Aprender a divergir nos dará la posibilidad de tener muchas ideas para después seleccionar las más adaptadas a las necesidades de nuestro proyecto.

Si bien existen etapas en el proceso, el trayecto no siempre es unilateral y suele volver sobre sí mismo.

Requiere revisión constante. Se puede comenzar con alguna técnica para comprender las necesidades del cliente para después encuadrarlas.

4. Pensar fuera de nosotros

Cuando prototipamos siempre es bueno tener presente a esa persona que entrevistamos cuando comenzamos. Es un proceso que valora la memoria de las experiencias del investigador.

Es importante saber que podemos cocrear soluciones integrando a clientes, usuarios, proveedores y sumando a las diferentes áreas de una empresa.

Pero siempre tienen que ser partes interesadas en el proyecto en particular: de nada sirve saber qué necesita una persona que nunca compraría nuestro producto o servicio. Es clave este primer paso.

Esta manera de crear supone salirse de uno mismo y ponerse en el lugar del otro: empatizar con el cliente.

Es una herramienta que permite incorporar la mirada del afuera como una forma de trabajo. Las oportunidades aparecen en la búsqueda de soluciones a los problemas del otro.

5. Siempre es un buen momento para volver a pensar (y repensar) un proyecto

El Design Thinking no es una fórmula que se aplica para mágicamente lograr un resultado sino que es un proceso en el que el emprendedor va descubriendo y validando las ideas respecto a la solución o necesidad que está creando para una problemática particular que tienen sus potenciales clientes o los actuales.

El Design Thinking es una metodología que sirve para cualquier estadio del emprendimiento: si estás empezando de cero, si el proyecto ya está en marcha o está consolidado.

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