Paula Fazio ama la música y la literatura. Creó una selección especial de 18 temas para Atlántida Digital que convoca a pensar sobre las sensaciones que este recurso fundamental
A Paula Fazio le interesa el cruce entre las palabras y los sonidos. Es Licenciada en Letras pero también musicalizadora. Desde que tiene memoria.
Es productora de radio y tiene una columna en un programa de música hecho por mujeres bajo el alias @dra.melómana, su cuenta de Instagram: Lalalas, que sale por Radio Provincia, los miércoles de 20 a 22.
Además es correctora y docente. En su blog Poné Play comparte canciones para escuchar y leer en simultáneo. A cada lista le corresponde un texto, a cada estado o imagen le cabe una descripción musical. Es por eso que no distingue géneros, ni presupuestos sobre estilos e intérpretes.
Por todo esto ella fue la elegida para pensar una nueva playlist muy especial para Atlántida Digital, que se llama a reflexionar sobre el cuidado y la importancia del agua, como parte de Principios#2021, nuestra campaña sobre distintas temáticas con impacto ambiental y social.
Ya podés escuchar la selección por Spotify
¿Cómo definirías la play que armaste para Atlántida?
Es una progresión de canciones que recuerdan al agua y que van formando un encadenamiento de ideas a partir de este elemento: río, lluvia, baño, nado, isla, bote. Además de la referencia obvia en algunos temas desde la lírica, también busqué que la música aludiera de un modo directo a las sensaciones que nos puede transmitir el agua, como la calma, la frescura, incluso la cadencia.
Creés que cada marca tiene su propia canción, ¿de qué está compuesta?
Yo creo que la música con la que nos identificamos, esa que nos toca las fibras íntimas, nos define porque habla de nuestra sensibilidad. La imagen con la que una marca puede ser identificada por su público no se construye solo con el producto que ofrece, sino también desde la estética que propone en todos los niveles. El musical puede ser uno de ellos. Además, la música interviene de un modo muy directo en el ánimo de la gente, por lo que si una marca desea generar un impacto inmediato, una canción puede ser un vehículo muy efectivo.
¿Qué es lo que más te apasiona de musicalizar?
Lo que más me gusta es contagiar. Contagiar ánimos (por ejemplo, el ánimo de mover la patita un poco), contagiar el amor por la música, la curiosidad, la emoción que te puede provocar una canción.
¿Qué tenés en cuenta a la hora de hacer una lista?
Depende del objetivo. Cuando se trata de una lista encargada, lo primero que tengo en cuenta es qué clima se quiere generar y cuáles son las referencias o gustos de quien la pide. A veces me encargan una lista para una cena, con la intención de que la música no tenga una presencia tan grande pero que de a poco vaya generando un clima. Otras veces me piden una lista con canciones ya mezcladas para generar la previa a un baile en un cumpleaños y entonces me enfoco más en lo rítmico y en que el sonido sea más enérgico. Si en cambio, es una lista para mí, una de las que publico en mi blog, el proceso es completamente diferente.
Debés tener muchísimas…
Sí, tengo muchísimos compilados armados en cd de la era prestreaming, ni sé cuántos son. En mi perfil de Spotify, en este momento tengo 370 listas propias, de las que 157 son públicas. Me resulta muy difícil elegir, pero por lo general las que termino escuchando más son las que están menos sujetas a un género y mejor ancladas en un propósito.
Cuando manejo por ruta o autopista suelo usar mucho una que se llama «Irse de la ciudad». Otra que pongo seguido cuando tengo ganas de bailar es una que se llama «Bailarle al amor». Pero son épocas. Por lo general, mi nueva favorita suele ser la última que armé.
¿Quiénes son tus principales clientes?
No me concentro en un ámbito específico. Por lo general, estoy siempre en algún proyecto relacionado con algún evento o espacio gastronómico. Aunque paso música en todas las fiestas que hago y en las de mis amigos, no soy dj, pero la mayoría de los que me llaman son personas que organizan un evento y quieren que la música que va a sonar no esté librada al azar y levante un ambiente. También tengo algunas marcas que me piden listas para sus locales o para una estrategia de music branding.
¿Qué es lo más raro que musicalizaste?
Una cena degustación de cinco pasos en la que tuve que hacer cinco listas, cada una relacionada con el menú. También le pongo música a un podcast sobre literatura y filosofía que se enfoca en temas muy específicos y que a veces parte de abordajes bastante locos, como listas sobre la culpa, lo monstruoso, o la infancia, por decir algunos.
Evangelizadora musical
Su acercamiento a la música empezó desde muy chica: le gustaba mucho bailar.
“En la adolescencia empecé a ir al Parque Rivadavia a comprar disco. Como no tenía mucha data, necesitaba que los vendedores me asesoraran, así que les compraba a algunos sus compilados y a partir de eso yo iba descubriendo nuevos músicos. ¡No existía internet, ni siquiera los mp3! En ese momento empecé a ver que esa evangelización musical que tenía esta gente conmigo era hermosa y que a mí me gustaba hacer lo mismo con mis amigos. Entonces les armaba los «compipau» y les quemaba la cabeza para que escucharan a tal o cual banda“
Cuando empecé a estudiar en la facultad, vendía cds a bares y restaurantes para ambientar, así que alguien me conoció así y me ofrecieron musicalizar un programa de televisión. En ese momento descubrí que elegir y compartir música era lo que más me gustaba en la vida.
Sos licenciada en Letras, supongo que ambos mundos se retroalimentan…
Sí, porque también me gusta escribir, así que tengo un proyecto desde hace muchos años que es un blog en el que reúno estas dos aficiones. Ahí no comparto meras listas, sino una suerte de misceláneas que incluyen textos y compilados musicales.
Como vivo escuchando canciones, muchas veces me pasa que, en un recorrido emocional personal y caprichoso, me descubro poniéndoles toda clase de etiquetas sobre momentos ideales para escucharlas. De repente tengo un montón de temas que catalogué como otoñales, sin que aludan directamente a la estación, o una lista de veinte canciones que me llevan al acto de viajar, a la esperanza por una cita amorosa o a algo cotidiano como la acción de lavar los platos.
Cuando me doy cuenta de esas correspondencias, hago lo mismo que hice con la lista para Atlántida: empiezo a ampliar las asociaciones, busco a qué palabras me llevan esas texturas musicales, y empiezo a escribir sobre ese proceso. Cuando lo termino, publico la lista con el texto como si fueran dos piezas que funcionan en conjunto.
¿Qué significa la música para vos?
Es el arte que más me impacta. Como también disfruto mucho de la literatura, me interpela mucho la potencia que logra la combinación de dos lenguajes: el verbal y el musical.
Estudié, también, un poco y soy feliz haciendo música a pesar de que nunca me interesó dedicarme a intepretar o componer. Me resulta también muy liberador bailar. Creo que escuchar música con frecuencia y dejarse conmover por ella tiene un poder no sé si sanador, pero sí terapéutico.