Elaborados en Suiza como una alternativa menos contaminante que los descartables, e incluso los tradicionales de tela.
La diseñadora industrial suiza Luisa Kahlfeldt desarrolló un modelo de pañales reutilizables de lo más innovador. Los llamó “Sumo” (porque la forma remite al estilo japonés de lucha libre) y están hechos de una tela compuesta de algas y eucaliptos.
Además, el textil es antibacteriano y rico en antioxidantes, un plus para la piel de los bebés.
Kahlfeldt montó su idea en la la necesidad de encontrar una opción sustentable frente a la contaminación que generan las opciones existentes en el mercado de pañales. Un pañal descartable puede tardar hasta 500 años en descomponerse y los de tela suele contienen poliéster o poliuretano. Las cintas, ganchos o botones tampoco contribuyen al reciclaje.
Otra de las ventajas de los pañales sustentables Sumo, que le valieron a la diseñadora el Premio Green Concept 2020 y el año pasado, el ser la elegida en la versión suiza del James Dyson Award 2019, es que al ser un producto hecho de un solo material, se recicla más fácilmente sin tener que separar sus componentes uno a uno.
Cada pañal contiene tres capas distintas. La primera, la más interna, es muy suave porque está en contacto con la piel del bebé; la segunda es el núcleo absorbente de la humedad. Y la última es súper resistente al agua y evita que se filtren los líquidos.
Las propiedades de la tela surgen de la alianza de la diseñadora con una marca suiza (Schoeller).
En el trabajo colaborativo consiguió la tecnología de impermeabilización ecológica y biodegradable que necesitaba el proyecto de los pañales sustentables, un proyecto que se suma a las ideas que tienen el mismo propósito https://www.purodiseno.lat/impacto-positivo/cuando-la-basura-se-transforma-en-un-objeto-de-diseno/
La diseñadora creó un prototipo para que el textil sea más flexible y se vaya adaptando al crecimiento del chico, que pueda apretar y aflojar según la necesidad. Lo logró con un tejido de hilos naturales que prometen, a diferencia de los sintéticos, un 20 por ciento de elasticidad natural.
Y para que la estética esté en coherencia con los principios del producto, Kahlfeldt, quien mantiene su estudio en Berlín, eligió un color natural, sin estridencias o dibujos impresos. Que transmita el carácter respetuoso del planeta con su proyecto.
Y algo más. Los pañales Sumo resisten los lavados en el lavarropa en forma repetitiva: una detalle no menor para que se conviertan en una alternativa duradera y sostenible. No para cualquiera, eso sí.
