Se activa en milésimas de segundos y forma una capucha protectora en caso de accidentes.
La marca sueca Hövding desarrolló un casco de ciclismo de lo más original: se activa ante un choque y se infla en 0.1 segundos. El dispositivo con forma de cuello contiene una bolsa de aire que en cuanto los sensores interpretan que hubo un movimiento anormal, genera una capucha protectora alrededor del cuello y la cabeza del usuario.
Sus fabricantes se apoyan en la evidencia de algunos estudios que demostrarían que la tecnología del airbag es 8 veces más segura que la de los cascos de bicicletas tradicionales. Además, explican que está fabricado en nylon resistente que garantiza que no se rajará al impactar en el pavimento.
Pero además de la seguridad, los creadores del invento destacan algunas otras particularidades.
Ponerlo y sacarlo es muy fácil y se puede ajustar para el calce sea perfecto, a través de un dial BOA ubicado en la parte de atrás del cuello. Además, pasa desapercibido y no ocupa espacio mientras no esté en uso. Es como si fuera una bufanda.
Por otro lado, es posible conectarlo al celular, a través de Bluetooth, y disfrutar de la app que incluye, además de notificaciones sobre la batería (que dura hasta 12 horas y le confiere la energía disponible para actuar), información relevante para los ciclistas.
Es posible visualizar las zonas en las que ocurren accidentes y también hay una función para, en caso de emergencia, pedir ayuda rápida. Una novedad en el mundo del diseño de lo más interesante.