Ropa para niños que no quieren pasar inadvertidos. De eso se trata la propuesta de Mini Amme, una marca litoralña en pleno crecimiento.
Yamila Ríos estudió administración y aunque ama la moda, llegó a este rubro un poco por casualidad. Todo se remonta a 2015, cuando su vida dio un giro inesperado. “Ese año nació Emma, mi hija. Decidí trabajar de manera independiente para poder estar más tiempo con ella”, recuerda la chaqueña instalada en Corrientes Capital.
“Abrí un showroom en el que vendía ropa de bebé importada. Era madre primeriza y el emprendimiento me llevaba a estar todo el tiempo con mamás. Cuando hablaba con ellas me llamaba mucho la atención que la mayoría enloquecieran por la marca que yo traía”, cuenta. Eso, sumado a su formación en negocios, la motivó a buscar las razones. Indagando descubrió que lo que las madres querían era encontrar ropa de niños de calidad y diferente a la que encontrsaban en los locales de las grandes marcas.
“Me hablaban de dos marcas muy grandes que se habían vuelto muy masivas y me decían que ellas preferían vestir a sus niños con un estilo un poco diferente. Así me dí cuenta de que había un nicho en el que podía incursionar haciendo algo que me encantaba que es la indumentaria infantil”, relata. Pasó un tiempo hasta que incursionó en la producción.
recién en diciembre de 2016 comenzó a vender sus prendas: primero fue una producción muy pequeña. Se agotó enseguida y eso la motivó a seguir por ese camino. Dos años más tarde, en octubre de 2018, logró lanzar una propuesta más amplia. “Es como que me industrialicé: empecé a producir más cantidad. Y unos meses más tarde, me enteré de los créditos de Nación Emprende”.
Seis meses después de comenzar a fabricar en grandes cantidades, cuando los ejecutivos de banco Naicón la llamaron ofreciéndole créditos blandos pensados para emprendedores, ya sabía que a su negocio le faltaba continuidad. “Me interesó el crédito porque nosotros comprábamos los insumos, producíamos y teníamos que vender para volver a empezar el proceso. Eran muchos días de corte justamente porque nos faltaba capital que permitiera tener producción continua”, explica y concluye: “Esto nos permitió buscar clientes mayoristas”.
Gestó Mini Amme -nombre que tiene un juego de palabras con el nombre de su hija, Emma- con amor y conoce a la perfección cuál es su potencial. “La creé sabiendo que las mamás buscaban un producto diferente. Y siempre tengo el lema de que la moda pasa pero el estilo permanece. Todo el tiempo busco algo que diferencie mi producto”, resume Yamila.
Con una mara en pleno crecimiento, haber llegado a PuroDiseño fue como un sueño hecho realidad. Mini Amme fue una de las 25 firmas que integraron el Camino Emprendedor de Banco Nación en la última edición de PuroDiseño. “Estoy feliz de haber tenido esa oportunidad, fue como llegar a un lugar privilegiado y hacer realidad un sueño muy grande”, dice feliz por la experiencia vivida durante la feria.
“Emprender es al mismo tiempo la tarea más difícil y más gratificante”, reflexiona y sigue: “Es hacer con el alma. En Argentina es un desafío cotidiano. Es tomar conciencia de que uno está en un contexto de incertidumbre todos los días. Es estar preparado para cualquier cambio en cualquier momento”, concluye Yamila con una sonrisa imborrable.