La emprendedora de Manos con Alitas delinea personajes emblemáticos y otros objetos llamativos a partir de un material súper versátil.
Alejandra Perez encontró en el fieltro la posibilidad de hacer lo que más le apasiona: esculturas. Con una técnica particular logra plasmar cualquier personaje que se proponga y generar texturas variadas y muy realistas. Además de prendas y otros accesorios que no pasaron desapercibidos en el Camino Emprendedor de Banco Nación, durante la última edición de PuroDiseño.
Cada pieza es única y muchas veces trabaja en equipo con distintos dibujantes. Esta artista que hace poco retomó la carrera de Artes Visuales para poder crear sus propias obras se siente muy cómoda en el ambiente de los coleccionistas.
“Mi público es toda aquella persona que sueña con una pieza en particular y acude a mí para tenerla”, cuenta.
Llegó a su marca, Manos con Alitas, hace cinco años, después de varias búsquedas artísticas. Pasó por talleres de dibujo y pintura y de modelado con plasticera. Descubrió el fieltro y la escultura, gracias a la invitación de un amigo, Xavier Barrera Fontenla, que la convocó a participar de uno de sus espacios de aprendizaje.
Empezó haciendo monederos con forma esférica, que suele ser lo usual en ese material. Pero siguió probando, experimentando. Ahora, incluso, tiñe sus propios colores de vellón.
Con la participación en el programa Nación Emprende pudo comprar su propia impresora 3D para fabricar los punzones con los que trabaja el fieltro agujado. “Necesitaba uno útil, cómodo a la mano y a diferencia de los que se comercializan y vienen de Japón o China, me permitiera cambiar los cabezales para poder utilizarlo con 1, 3 y 5 agujas”.
“Además, a futuro, me va a poder permitir comercializar y diseñar con otra tecnología”, cuenta feliz de su participación en la Feria.
Conocí un montón de gente, personas que se acercaron por curiosidad, para charlar y ahondar en la técnica. Otros que me siguen en las redes sociales y ue me fueron a conocer en persona. Vendí bien y agoté todas las tarjetas personales. Llevé unas 400 y fue genial porque la mayoría me escribió después para hacerme pedidos de presupuesto o para directamente comprar”, la artista contenta ser emprendedora, que para ella tiene un significado particular.
“Trabajar de lo que me gusta, materializar mis propias ideas, esforzarse mucho, y ¡dormir muy poco!, cierra contenta.