El estudio de diseño industrial A1 Pack está fabricando los primeros prototipos con este material práctico, versátil, económico, resistente y fácil de transportar.
Desde que empezó la pandemia que tiene en vilo al mundo, Lucas Juan Daniele y Francisco Villar empezaron a cranear dos dilemas a la vez: cómo desde el diseño industrial (ya que ambos tienen esa formación) podían encontrar una solución posible a la problemática y qué hacer para solventarse cuando todos los proyectos y clientes con los que venían trabajando desde A1 Pack se frenaban de repente.
Así surgió el proyecto que los tiene de lo más ocupados por estos días: módulos de atención sanitaria fabricados con cartón corrugado, un modelo que tiene muchas ventajas en relación a su producción, armado, practicidad, transporte y descarte.
A la materia prima, A1 Pack la conoce a la perfección: hace años que vienen desarrollando distintos muebles con este material.
El peso y el volumen del cartón es tan bajo que abarata el costo del transporte y permite enviar con facilidad cantidades pequeñas pero también grandes.
El cartón tiene la estructura necesaria para poder soportar y contener el peso de una persona y la versatilidad para adaptarse a las necesidades del contexto.
“La producción se realiza por medio de un router de corte y trazado, lo que nos permite corregir y ajustar tantas veces como sea necesario: cambiar de formas, modificar las dimensiones de un producto a otro, producir con rapidez grandes lotes en poco tiempo, disponerlos en planchas de fácil traslado y poder transportar de manera muy eficiente”, destaca Daniele.
Ya tienen listos los primeros prototipos de camas y mesas de luz y lograron en su taller ubicado en la ciudad de La Plata una capacidad de producción de hasta 250 o 300 por semana.
“La idea es que apenas terminemos los planos, los pongamos online así otros pueden fabricar más”, adelanta Daniele. Cualquier persona, sin herramientas, tornillos o pegamentos puede armar su propio mobiliario sanitario.
La iniciativa así pensada concibe al diseño industrial “como inevitable”. Su razón de ser, recuerda el creativo, es la de mejorar la vida de las personas: “si no sirve para esto, no sirve para nada”.