Es la iniciativa solidaria del grupo de los hermanos Gómez. Los tres son ingenieros industriales y desde hace cuatro años trabajan con tecnología 3 D. Disminuyeron la producción de abanicos, lámparas y otros objetos para ayudar a controlar la pandemia de Coronavirus
Qué sentido tiene el diseño sino sale a dar respuesta y soluciones a los problemas urgentes. El proyecto de estos tres hermanos, ingenieros industriales (Agustín, Nicolás y Mariano Gómez) reperfiló su rumbo para adaptarse a las necesidades del contexto. Dimensión 3 D: el origen a tus ideas acaba de sumarse al trabajo de cientos de markers argentinos, #coronathon para donar máscaras protectoras impresas en 3 D a distintos hospitales de CABA y Gran Buenos Aires.
Una vez impresos los visores, las piezas se envían a un centro de ensamble en el que se les coloca la hoja de acetato y el elástico sujetador.
“Es nuestra motivación aportar desde nuestro lugar con las herramientas que tenemos a nuestro alcance para los profesionales de la salud que necesitan de ésta protección. Estamos recibiendo muchos reconocimientos desde varias partes de Argentina y nos pone contentos seguir ayudando. Juntos como sociedad podemos luchar contra esta pandemia”, asegura convencido Agustín Gómez, un apasionado por la tecnología 3 D y comparte precisiones sobre la materia prima.
“El material que usamos en casi todas las piezas se denomina PLA (o ácido poliláctico) y al ser un derivado de cultivos de maíz y caña de azúcar, es biodegradable, en comparación con otros plásticos derivados del petróleo. Además, es moldeable y permite buenas terminaciones”, dice Agustín
El proceso es de lo más atractivo: consiste en depositar capas de plástico derretido, una encima de otra hasta completar la pieza. Permite crear cualquier tipo de pieza. De hecho, antes de la pandemia, los objetos más buscados de la marca (y que siguen disponibles a pedido) eran sus abanicos Avispa.
La técnica les permite lograr una combinación de colores únicos. Además, están trabajando con Proyecto 4 Patas, ayudándolos en el diseño y la impresión de sus chapitas identificadoras para los perros y gatos rescatados.
Pero lo que más los ocupa y desvela por estos días es la iniciativa colectiva solidaria que ya lleva reunidas a más de 600 personas, activas, imprimiendo protectores faciales para el personal de la salud. Un aporte grandísimo desde su lugar para un drama a que nos involucra a todos.