Los promueve la diseñadora de joyas alemana Saskia Diez, son desmontables, de plata y oro
¿Por qué si la mayoría de los accesorios que llevamos puestos suelen tener la opción colgarse, los barbijos no?. ¿Quizás porque a nadie se le ocurrió?. Eso se preguntó la diseñadora de joyas alemana Saskia Diez, que acaba de lanzar una colección de máscaras faciales con cadenas desmontables hechas en plata y oro.
La idea es que los usuarios puedan usar su tapaboca sin riesgo de olvidárselo en algún lado, como suele pasar con los lentes.
Apenas empezó la pandemia la diseñadora hizo algunas opciones que mostró en su cuenta de Instagram y que se vendieron enseguida. Y los pedidos aumentan cada vez más. En su tienda ya hay algunos modelos que están muy agotados.
Hay cadenas más gruesas y otras más finas que acompañan barbijos de algodón en blanco, negro o arena.
Para esta colección, igual que para el resto de sus propuestas, la diseñadora de indumentaria trabajó con orfebres de Múnich (donde tiene su estudio) y alrededores.
El oro y la plata que usa proviene principalmente de materiales reciclados.
Para esta creativa la belleza “tiene mucho que ver con la actitud. Se puede encontrar en todas partes. Para crear belleza, se necesita un tipo de coherencia. Una armonía Una realidad. Una concentración”.
Sus barbijos siguen el mismo concepto.