El diseñador reflexiona sobre los temas que lo convocan: la moda y el barbijo, los cambios que dejará la pandemia y cómo vive estos días en los que, admite, su creatividad está exacerbada.
El diseñador Martín Churba está de lo más creativo en este tiempo de cuarentena. Desde su cuenta de Instagram @martinchurba protagoniza “Pasale el trapo a la cuarentena”: una serie de encuentros en vivo desde el estudio de su casa que dan que hablar ( todos los días a las 18 ) y en el que suelen, de algún modo, estar presente su hijo y su pareja, el arquitecto Mauro Bernardini.
El ciclo, verdaderas clases online de diseño textil, es cita imperdible para gustosos del diseño, admiradores del diseñador y también para cualquiera que busque experimentar en el ámbito doméstico.
La propuesta alienta a buscar cosas en las distintas partes de la casa, en la cocina, en el baño: todo lo que es funcional para crear sin el objetivo de hacer cosas bellas, sino más bien a generar momentos bellos. Ahora, además, enseña a hacer barbijos caseros y de autor.
La consiga prendió muy bien entre sus seguidores, tanto que los vivos empezaron a transformarse en “un pequeño milagro”, como lo llama él, porque la gente se suma espontáneamente todos los días. “Pasó a ser un momentito de placer en un día de encierro y miedo. Abrió una posibilidad de ir saliendo del shock y de ese encierro panicoso que teníamos todos al principio”.
¿Qué sentís que descubriste en este tiempo?
Estoy experimentando un tipo de creatividad nueva y tuve muchas epifanías: cuando uno se queda encerrado y en silencio, abre la puerta interna a esos “darse cuenta” que son, también, oportunidades de ver. Entré a la cuarentena con un pensamiento que venía esculpiendo en mi cabeza antes de que todo esto empezara: que había que generar superávit creativo, que era la manera de construir este presente y este futuro.
Y fui lo que hice. Porque cuando comencé la cuarentena empecé a relacionar todo lo que tenía cerquita o al lado, y a establecer dinámicas muy colaborativas con mi pareja y con mis seguidores. Y todo era muy nuevo: antes de esto no tenía interacciones en Instagram y ahora la red se convirtió en una ventana al mundo: lo que fue y vino por ese medio fue creatividad.
¿Qué te cuesta de este momento?
Es difícil pensarlo porque estoy en un fluir bastante copado: tanto que te diría que hasta a las tareas domésticas les fui encontrando el gusto.
Las complicaciones vinieron por el lado de la gestión de temas nuevos que desconocía, de cosas de las que empecé a ocuparme. En casa soy el encargado de la limpieza, de la ropa y de la cocina (de hacer las compras y cocinar nos ocupamos los dos) y me costó en un primer momento mantener todo eso en relativo orden.
Hoy siento que es un mantenimiento, porque lo más difícil lo hice antes. Lo doméstico se volvió mi trabajo. Porque mi parte artística la hago desde un lugar de mucho placer. El orden, la limpieza y las tareas invirtieron sus lugares. Es una tarea en la que tengo que cumplir un objetivo y lo otro lo vivo como una experiencia de placer.
¿En qué medida creés que el barbijo se va a sumar como complemento?
El barbijo se instala como una nueva dimensión de nuestra personalidad, de nuestra gestualidad y por lo tanto, de nuestra piel. Hoy llegar a verle la boca a otro va a ser un acto de intimidad.
¿Cómo imaginás que vaya afectar la pandemia al mundo de la moda?, en las nuevas colecciones o propuestas
Tengo algunos disparadores: la ropa quizás se vuelva más cómoda, van a cambiar los hábitos. Uno empieza a darle al cuerpo lo que éste necesita y después es secundario lo que hay que representar. Hoy no necesitás ir a un boliche para vivir la experiencia: te vestís pero te quedás en tu casa, cerrás un poco los ojos, ponés música, bailás y compartís con tus amigos del otro lado del teléfono. Y tenés una experiencia de haber estado ahí.
Lo mismo pasa con la ropa: no hace falta vestirte, están los filtros de los celulares, va a ser todo diferente en términos lo que va a representar, de lo que va a significar. La moda tiene mucho que ver con el significado y con la esencia de lo que somos. Creo que después de esto, todo va a cambiar mucho.