Si ya tenés preparado tu espacio de home office o necesitás armarte uno, estos consejos de Maga Muchnik, experta en interiorismo y tendencias pueden ayudarte.
Encontrar un lugar propio para poder concentrarte y estar tranquilo para trabajar es clave, más en tiempos de cuarentena. Es prioritario, ante todo, definirlo: decir ‘este es’. Debería ser un rincón de la casa en el que nos sintamos a gusto para estudiar o desarrollar los objetivos laborables del día.
Tené en cuenta que posiblemente vayas a pasar varias horas del día en él: pensá en esa variable a la hora de elegirlo. Después, contemplá estos puntos fundamentales.
El escritorio. La mesa de trabajo debería estar acorde a la tarea que solés hacer. La ideal suele ser de uno de 80 centímetros por 50 de profundidad, pero siempre depende de lo que necesites.
La silla. No es un detalle menor: dedicale atención y chequeá que esté acorde al escritorio que elegiste. Las regulables y ergométricas son bárbaras cuando se trata de ganar en comodidad.
La conectividad. Necesitamos de los cables y los enchufes así que asegurate de tener alguno cerca, especialmente si trabajás con la compu. Eso sí, no tienen por qué que invadir la mesa, hay muchas técnicas y elementos que permiten que todos los dispositivos estén conectados sin que el escritorio sea una manojo de cables.
Lugares de guardado. Cumplen la función de organizar los materiales que necesites para que puedas encontrarlos con facilidad. Podés optar por cajoneras (ubicadas en los sectores bajos), carpetas en estantes altos, espacios cerrados y bibliotecas regulables.
Iluminación. Aunque tu espacio de home office esté ubicado en un lugar luminoso de la casa, contemplá tener a mano, una lámpara, sobre el escritorio haciendo foco al área de trabajo.
