Está pensada para moverse con su usuario y ajustarse a las necesidades domésticas. Son 80 metros cuadrados en altura.
Esta casa, desarrollada por la firma de arquitectos neoyorquina SO-IL, está diseñada para ser desmontada y reinstalada con rapidez en casi cualquier superficie.
La estructura de 80 metros cuadrados es móvil y adaptable. Completamente portátil.
La tela se puede reemplazar para que funcione adecuadamente en una amplia gama de climas y condiciones ambientales.
El prototipo está pensado como una vivienda del futuro y se llama Breathe.
“Con esta instalación posicionamos la vida como una experiencia activa, destacamos la conciencia ambiental y alentamos a los visitantes a enfrentar nuestra tendencia a dar por sentados los recursos”, escriben los especialistas en la presentación de su proyecto.
El proyecto evita una organización tradicional con habitaciones dedicadas a funciones específicas: cada espacio es poroso y versátil, aunque hay 6 lugares potenciales. Un jardín, ubicado en la terraza, brinda espacio para una experiencia tanto privada como colectiva.
Un marco de metal modular forma la estructura básica de la casa.
Una piel exterior flexible y permeable a la luz de tejido purificador delimita el límite entre el interior y el exterior.
La luz, el aire y el agua crean una variedad de atmósferas y sensaciones para los que la habitan.
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