Es el nuevo local de Louis Vuitton, y se alza en el paisaje de la capital de Japón como una auténtica casacada natural.
Louis Vuitton abrió nueva tienda en Tokio, Japón, y es una verdadera proeza de la arquitectura y el diseño, erigida en el principal distrito comercial de la ciudad.
La monumental obra en el distrito de Ginza es una creación de Jun Aoki y Peter Marino y remite a una gigantesca columna de agua en su monumental fachada que se identifica 100 % con el estilo de la maison y su conquista de Oriente.
La obra esta en la histórica esquina que Louis Vuitton ocupa en Tokio, desde 1981, pero ahora la dupla Aoki + Marino la transformó en una verdadera maravilla natural: el frente del edificio completamente de vidrio parece cobrar vida y se curva, generando la sensación de un movimiento ondulante, incluyendo el efecto de reflejos sobre el agua. Además, genera un efecto caleidoscópico sensacional.
La fusión de la estética del edificio contemporáneo con las calles locales de Tokio es perfecta.
Mientras Jun Aoki es el responsable de la parte exterior del edificio, el neoyorquino Peter Marino se ocupó del interior de la tienda.
Son cuatro pisos a los que se accede a través de una escalera de roble que se despliega como una escultura de madera natural, y asciende en curvas, una forma que se reproduce en los mostradores y paneles de los techos de la tienda.
Luces y colores cambiantes constituyen parte de la escenografía del local en la que se destaca una pared que atraviesa las cuatro plantas con una reinterpretación de una obra de Kimiko Fujimura.
La tienda insignia de Louis Vuitton en Tokio, Ginza Namiki, incluye un salón privado para clientes VIP y un espacio gastronómico Le Café V a cargo del chef Yosuke Suga que a fines de abril ofrecerá exclusivos chocolates LV.
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